Septiembre 30, 2024

LA TERNURA, POR DIFÍCIL QUE SEA

¿Te ha pasado alguna vez que vas por la vida y de repente escuchas algo que te hace detenerte? Por un lado, porque no lo hubieras podido decir mejor y, por otro, es como que le hubieran puesto palabras a una intuición o sensación que tenías pero no habías podido verbalizar.

Bueno, pues eso me pasó hace unas semanas cuando escuché: “el lenguaje de la ética es la ternura”.

¡¡Ahh!! Tremenda frase, ¿no?

Me quedé masticando ese huesito y como la vida es bella y llena de sincronías a las pocas semanas almorcé con una amiga de toda la vida. Una amiga que siempre, sin importar las circunstancias ni cuánto duela, se para en la dulzura y la ternura (y no es pantalla, la conozco hace 40 años).

Conversábamos de la complejidad del duelo que está atravesando porque es un duelo de mil caras y prolongado en el tiempo. Yo, espontáneamente, le dije: “Eres una gran maestra para mí. Lo fácil es dejarnos endurecer por la vida y tú, con gran sabiduría y sin mucho pensar, te mantienes en la ternura”.

Luego filosofamos un poco sobre la ética, sobre lo personal que es pues no hay una única ética, como de pronto si habría una sola moral. Pues bien, ella ha encontrado su ética, su sello personal y la manera de comunicarla con el mundo a través de la ternura. Una ternura tan genuina que el mundo hostil no tiene la capacidad de comprenderla a veces.

Que fácil ha sido para mí encontrar excusas y razones para la amargura, la dureza, la desconfianza y la hostilidad y llevo unos meses en la búsqueda del camino de regreso a casa para pararme en la amorosidad sin importar la circunstancia.

Por el momento elijo a mi amiga para que sea ese faro, el referente que me muestre el camino.

¿Y tú, desde dónde te quieres parar?

Foto: Andrey K

Mi recomendación

Este cover de la canción  Girls Just Want To Have Fun hecho por Buzzy Lee. 

¡Tremendo! escúchala aquí